¡¡AY, QUE
VIENE EL LOBO!!
Es grave lo que está pasando, siento mucho decirlo pero es grave,
aunque dentro de la gravedad siempre habrá tonalidades y esas tonalidades
abarcan desde el blanco límpido y transparente hasta el negro más profundo e inexistente,
cada uno le dé el tinte que más le guste. Es muy grave que los que nos mandan
en nuestros países sean tan hipócritas y se dejen llevar por las pasiones de
intereses ocultos y que encima, a la hora de la verdad, se acojonen, retracten
y nos sometan a los aires de turno, pero es así, así somos la mayoría de los
seres humanos, débiles, pues seguimos alimentando nuestras más bajas pasiones
sin prever lo que pueda suceder.
No recuerdo cómo se decía en latín. Podría buscarlo en internet para
escribíroslo, pero como os he dicho la situación es grave y no tengo cuenta en
la red. Hay una frase muy simple en las guerras, “divide y vencerás”, y eso es
lo que está pasando en el centro de nuestro universo, porque el centro de
nuestro universo ahora mismo es Europa. No, no es América ni Asia sino Europa,
y si no me crees, despliega cualquier mapamundi y lo verás. Deberíamos de
sentirnos orgullosos de pertenecer a este continente donde se están fraguando
cosas que aún ni podemos imaginar en lugar de dividirnos. Lo que no saben
algunos mamíferos y políticos de turno, y digo de turno porque les ha tocado
vivir esta situación actual porque así lo han querido por ansias de poder,
(podrían haber montado una churrería en lugar de dedicarse a cosas tan serias,
pero ni para eso creo que valdrían ni con cursos de reciclaje), que eso es lo
que quiere el lobo, dividirnos para luego engullirnos, pues es más fácil
trocear el bistec que comérselo entero.
Todos queremos ganar. No conozco a nadie en este mundo ni en otro al
que le guste perder, pero para ganar otro tiene que perder, y el vencido
someterse a la voluntad del vencedor y esperar su piedad o resignarse a ser
ejecutado, allá cada cual con lo que haga, pues quién a hierro mata a hierro suele
morir, como cantaban de Pedro Navaja, aunque, como bien dice mi buen amigo
Paco, “¿Por qué me das con la mano
habiendo fierros?” Siempre ha sido así por lo visto. Lo que no se debe
hacer es encender pasiones para nada, prometer hasta meter y luego si te he
visto no me acuerdo de lo que te he metido, porque es de cobardes, y eso es lo
que veo en los dirigentes de la actualidad, mucha cobardía, aparte de los
latrocinios inherentes al poder y más cosas que me callo.
No sé qué hago escribiendo esto y encima a estas altas horas de la madrugada,
ni si alguien lo leerá, pues en el Sur más que leer lo que más nos gusta es
hacer bien el amor como nos cantaba Rafaela la italiana, y me parece muy bien
pues en esencia es lo que nos vamos a llevar, como tampoco sé si debo
interferir con mis escritos en algo de esta situación actual pues bastante
tengo con mi situación personal, pero bueno, hágase por el buen entendimiento y
la concordia de ciertos energúmenos enfermos y pasotas que nos dirigen o así lo
creen ellos.
Señores dirigentes, no nos dejemos llevar por lo que quiere el lobo, “divide ut regnes”, divide con el fin de
reinar, que es lo que está pasando ahora mismo, porque podría lograr su
propósito, “Divide et imperes” (divide
y reina), o escrito en infinitivo, dividir y reinar... ¡¡Anda leches, y sin
internet!!
En
Tierra de conejos, a once de octubre del año dos mil diecisiete.
José
María Aguilar Castro
(Publicado en la revista La Corredera en diciembre de 2017)
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